Las líneas de alta tensión son un peligro latente para las ciudades, especialmente cuando el capital humano se encuentra en proximidad de ellas, ya que pueden estar expuestas a un arco eléctrico, las personas pueden subirse en árboles o tocarlas con objetos.
Los ejemplos de esta problemática son innumerables sin embargo uno de los más emblemáticos son el fallecimiento de 26 personas en el Congo producto de la rotura de una de las fases de alta tensión cuando un rayo cayó ocurrido en el 2022
Es por esta razón, que el peligro por las redes de alta tensión ha obligado a muchas ciudades a instaurar normativas para que no exista personas en la cercanía, a migrar a redes subterráneas y a instaurar rigurosas medidas de seguridad al trabajar con ellos.