El reciente corte de cuatro cables submarinos en el Mar Rojo ha tenido un impacto significativo, afectando aproximadamente al 25% del tráfico mundial de Internet. La naturaleza exacta y las implicaciones de este evento aún no están claras, lo que ha generado especulaciones y preocupaciones sobre la seguridad y estabilidad de las conexiones a nivel global.
Los cables submarinos son esenciales para la conectividad global, transportando el 99% del tráfico de datos digitales a nivel mundial y facilitando la transmisión eficiente de información entre continentes. Este incidente destaca la importancia crítica de la infraestructura submarina y subraya la necesidad de abordar posibles vulnerabilidades en esta red crucial.